DESNUDANDO EL ALMA

MI JARDÍN DE OTOÑO

Desde mi niñez formas parte de mí,
infinitas son las veces que te recorrí,
paseando por tus sendas y caminos,
cobijada entre plátanos altivos,
caballeros centenarios
que divisan el escenario
donde resaltan su esplendor,
mis ojos se pierden en sus ramas
que tímidamente se estiran hacia el cielo,
tapizándolo casi por completo,
el sol, se asoma  curioso con sus rayos luminosos
que se cuelan en los huecos descuidados,
haces de luz que hechízan mi alma...

Abro las alas al pensamiento,
y me dejo llevar en la intensidad de tan mágico momento,
quebrado estremecer que se afana
combando primaveras lejanas ,
tierra mojada que imprime colores
vistiendo de oro alfombras de hojas áureas,
doradas, ocres y sepias
embriagando el paisaje,
embelesante secuestro de mis sentidos
donde rompe el silencio el sonido del viento,
porque se le antoja anunciar el final del estío...








Al atardecer,
se encienden las luces de las farolas que pegan al río,
y en su capricho,
forman voladoras sombras,
cabriolas de luces y llamas
que cambian la realidad del entorno,
en mi jardín llega el Otoño.
La vida se desnuda y resplandece...

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